
Los antecedentes pueden ser: trabajos de grado, postgrado, trabajos de asenso, resultados de investigaciones institucionales, ponencias, conferencias, congresos, revistas especializadas.
De acuerdo al tutor, pueden llegar a requerirse hasta cinco (5) antecedentes, los cuales serán de carácter nacional o internacional.
Deben presentarse en orden secuencial y los puntos que se deben extraer de cada antecedente son los siguientes:
• Nombre del trabajo
• Autor (es)
• Fecha
• Objetivos de la investigación
• Síntesis de la situación problemática planteada
• Metodología utilizada para el desarrollo del trabajo
• Resultados y conclusiones más importantes
El desarrollo del Marco Teórico debe iniciarse con una breve introducción. Luego de citar cada antecedente, se debe indicar cómo se relacionan y en qué contribuirán con la investigación en proceso, cada uno de ellos.
En este sentido, la revisión de la literatura permite analizar y reflexionar si la teoría y la investigación anterior sugieren una respuesta (aunque sea parcial) a la pregunta o las preguntas de investigación, o bien si provee una dirección a seguir dentro del planteamiento del estudio (Lawrence y otros, citados por Sampieri, 2014).
Es decir, se debe explicitar si el antecedente constituye una experiencia útil o coincidente en relación a algún aspecto de la investigación en curso, por ejemplo: del problema, de la metodología, o en el diseño (modelo) instruccional empleado, o en la manera de desarrollar el enfoque (cualitativo, cuantitativo, mixto), o en los contenidos y desarrollo de la propuesta, entre otros.
Por otra parte:
- La extensión de cada antecedente debe ser entre dos y tres (2-3) páginas.
- La vigencia de cada antecedente debe ser de hasta 5 años (*)
- Se presentan desde el más reciente hasta el más antiguo
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